Integrante de la Cooperativa AMBIO, organización beneficiaria del proyecto FOMAFUR
“En el tema [del combate] de incendios, para la zona en donde yo estuve trabajando, no era muy conocido por mujeres. Para acercar a más mujeres intenté hacer varias cosas. Para empezar, para las comunidades indígenas, era tratar de hablar en su misma lengua. Mi idioma es el tzotzil, entonces platicar con ellas en tzotzil [para comprender lo que saben del tema de manera individual, con lo cual se obtuvo un buen avance]. […] Para las capacitaciones, dentro de las brigadas, se logró involucrar por lo menos a una mujer en cada una, de aquellas que mostraron su interés. Comenzaron a hacer recorridos de vigilancia, cavar brechas [corta fuego] con sus compañeros… Y una compañera, de las más jóvenes del grupo, tuvo la oportunidad de ser jefa de brigada. Ella me comentaba que, por una parte, tenía miedo de ser rechazada, y por otra, se sentía con el valor de decir: ‘bueno, si tú puedes, yo puedo’.”